Editorial

El inútil electoralismo prematuro

A falta de meses para lo que serán las elecciones municipales, pero por sobre todo en lo desubicado de perspectivas sin tener en cuenta el contexto emergencial sanitario, ya se pergeñan candidaturas en las diferentes carpas partidarias del Alto Paraná.

Es tan prematuro hablar de campañas electoralistas, que ni siquiera se conoce a ciencia cierta lo que se dará, considerando la condición de pandemia.

Anticipadas luchas intestinas, solo generan desgastes y roces permanentes entre políticos y polítiqueros, sin que se tenga en cuenta el tan promocionado y falso bien general.

Todos piensan en la posibilidad de llegar a ocupar un cargo electivo, sea como intendente o como concejal, o en su defecto mantenerse en los cómodos puestos donde por hacer nada, perciben mucho.

Todo tiempo electoral, tiene un efecto “sedante” en las mismas autoridades, que pasan mayor tiempo haciendo política partidaria, que cumplir con sus funciones, para el cuál fue electo y percibe salario. Y no solo a ese nivel se manejan los “líderes” políticos y secuaces, sino a jugar sucio, sacando a la luz cuestiones personales o acusaciones con el único fin de manchar a personas contrincantes de turno. Mentiras, extorsiones, presiones, amenazas, compras de conciencias, son algunas de las características de las campañas electorales criollas.

No existe una madurez en la dirigencia de todos los sectores que se dicen llamar políticos, pues la concepción de hacer política, dista años luz de distancia, de lo que tienen acostumbrados las copias malhechas de ese rubro.

Panfletos ensuciando muros, columnas, plazas, casas, veredas, carteles, y todo tipo de postes imaginados, volverán a inundar en poco tiempo más, por el incipiente tiempo electoral. “No hay tiempo que perder”, coinciden los adelantados, que a su imberbe ropaje político propiamente dicho, aplican golpes mediáticos sociales, como para demostrar que son “buenos”.

Desde procesados por delitos y crímenes, hasta comunicadores sociales, forman parte de esta amalgama de personalidades buscando no precisamente erigirse como guía de las comunidades, sino como “todopoderoso” que pueda redituar en beneficios personales.

Otros más avezados en la materia, solo apadrinan a las nuevas y “potables” figuras que pretenden vender a la ciudadanía, como solución a inoperancias, desidias y deshonestidades. Una verdadera mezcla de diosa y pantera se avizora en el panorama político de la región. Un zoológico más.

Quizás lo único bueno que tengan campañas prematuras, sean los actos de “solidaridad”, donde las asistencias, ayudas, y aportes a sectores más sensibles se multiplican. Entrega de donaciones a hospitales, campañas solidarias a favor de enfermos, recorridos constantes para interiorizarse de realidades, son algunos puntos que pueden ser establecidos como positivos, aunque tremendamente interesados y falsos.

No nos sorprenda dentro de poco, una práctica que también pasó al modismo político, la alta “sensibilidad” de las autoridades y candidatos, pues al menor discurso de realidades de pobreza o carencias pintadas por terceros o sí mismo, las lágrimas cubren sus rostros rígidos ante la atenta mirada de personas. Estos inicios indudablemente marcarán la pauta de lo que será la cruda campaña electoral que ya se inició, y del que lamentablemente solo podemos desprendernos un par de meses en largos años. El día en que se impregne el verdadero sentido de la política, será el momento donde solo se espere tiempos electorales sanos y útile

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