Editorial

La puesta en práctica de copias mal hechas del fascismo en el Este

En la práctica política local lo inalterable son acciones dignas del fascismo, con protagonistas distintos, pero igual de caraduras y sinvergüenzas. Especialmente en lo que implica la forma de manipular la realidad y atacar a opositores.

Todos los días en Ciudad del Este, se tienen conductas absurdas y de despropósitos para el bienestar general.

Actitudes dignas del nazismo están presentes no solo en tiempo de campañas políticas, sino en momentos del uso del poder comunal, pero siempre apuntando a lo mismo, aspirar a más poder.

Utilizan literalmente el arma propagandística del “Tercer Reich” ensalzando al “Führer” y utilizando todos los medios posibles para embarrar a todo quien ose pugnar contra el “muchacho” que resalta por gritos, poco seso y excesos “medicinales”.

Prácticas como la manipulación de la información, la utilización indiscriminada de recursos municipales y el manejo al antojo de funcionarios como “res” para fines politiqueros, dicen a las claras que muchos de aquellos que visten de mansos corderos, son en verdad lobos hambrientos y desesperados por el poder político. Poco que envidiar a los idos.

Los que se valen de esta manera de trabajo no son líderes, sino copias baratas de “Zar” que viven en la hipocresía, tratando de impresionar con su calidad humana, aunque sin reflejar su verdadera suciedad.

La propaganda engañosa, la mentira y la extorsión, fueron elementos fundamentales para la expansión del nazismo en la Alemania de Hitler. Varios personajes se valen de las mismas armas del propiciador del holocausto, y se santiguan ante el pueblo al que trata de impresionar por su seudo magnanimidad.

Viles personajes que por accidentes están al mando comunal.

Todos los que no se bajan los pantalones ante los “buenos” experimentan la arrogancia del imberbe.

Algunos medios de comunicación incluso son literalmente alquilados con dinero proveniente de impuestos, siendo obligados a no ver, escuchar, y mucho menos hablar sobre las atrocidades cometidas en nombre del “mejor”.

Se sigue sin cambiar lo servil, genuflexo, por la valentía y el patriotismo.

Mucho ruido, mucha falacia, mucho descaro. Pleno populismo barato.

Los politiqueros, utilizan cualquier instrumento como para embarrar, no así para buscar el beneficio del pueblo.

Es fácil ser generoso con dinero ajeno, presupuestar obras mediocres, fraguar licitaciones, y atribuir todo ello a conspiraciones de los “venusinos”, en el intento de persuadir que no se es tan ladrón como se denuncia.

Tirar la piedra y esconder la mano, es otro recurso repetido en la presente gestión municipal esteña, haciendo que no se extrañe labores mediocres de anteriores amos.

La vergonzosa actuación de referentes municipales, es inocultable, y fruto de ello se multiplican chicanas a fin de evitar consecución de investigaciones fiscales.

La ciudadanía, la que gusta de la verdad, la que quiere una realidad mejor y más prospera para sus hijos, la que se preocupa con su comunidad, debería analizar fríamente el comportamiento de todos los políticos que tienen el mismo discurso de amor hacia la gente, pero que en realidad solo lo ven como rebaños camino al matadero.

Hay que discernir en lo fundamental.

Dejarse llevar por populismos es seguir en lo mismo de mediocridades comunales y saqueo de los bienes públicos.

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