El jefe de la comisaría 4ª del barrio Pablo Rojas de Ciudad del Este, quien supuestamente habría ordenado la libertad del narcochofer a cambio de 15 mil dólares de coima (más de 108 millones de guaraníes en el cambio actual), utiliza una camioneta “mau”, según la denuncia. Se trata del comisario principal Humberto Galeano, quien habría autorizado a sus subalternos la liberación del conductor de la camioneta S10, luego incautada de una vivienda del km 13 Acaray de Minga Guazú con casi 1.000 kilos de marihuana prensada.
El comisario principal Galeano supuestamente es el que encabeza la corrupción en la comisaría 4ª. Tal es así que Galeano se moviliza en una camioneta “mau”.
La poderosa camioneta Toyota, que tiene una placa que no se encuentra registrada en el Registro Único del Automotor, se estaciona diariamente en el predio de la comisaría del barrio Pablo Rojas de la capital de Alto Paraná.
LIBERACIÓN DEL NARCOCHOFER
Un grupo de policías de la comisaría 4ª habría cobrado 15 mil dólares a cambio de liberar al chofer de la camioneta que transportaba casi 1.000 kilos de marihuana prensada y que luego fue incautada durante el allanamiento de una residencia en el km 13 Acaray de Minga Guazú, en la mañana del miércoles pasado.
El conductor de la camioneta habría sido liberado por los uniformados, previo pago de coima. Los policías solamente presentaron la camioneta y la carga de droga como evidencias, según la fuente.
La camioneta Chevrolet S10, blanco, chapa OCA 227, inscrita en el Registro del Automotor a nombre de Agro Santa Fe S.A., en que era transportada la carga de droga había sido seguida desde la ciudad de Juan E. O’Leary, por una camioneta Toyota Hilux Surf, perteneciente a un suboficial de apellido Leiva, quien anteriormente prestaba servicios en el km 60, colonia Santo Domingo, distrito de Yguazú, y actualmente cumple funciones en la comisaría 4ª.
Poco antes de llegar al barrio San Antonio, donde debía ser descargada la droga, la S10 es seguida por la patrullera de la comisaría 4ª, alertada por el conductor de la Hilux Surf.
La intención de los policías no era detener al chofer con evidencia, sino realizar un apriete para obtener lucro a cambio de la liberación del conductor y de la carga, según nuestra fuente.
El chofer de la S10 al percatarse de que era seguido por la patrullera, realiza una maniobra y retorna hacia Minga Guazú, a toda velocidad. Tal es así que ingresa a una vivienda en el km 13 Acaray.
Según fuentes, el chofer ingresa a la casa amurallada, estaciona el vehículo y sale corriendo, antes de que lleguen los uniformados. Pero regresa a la casa porque se olvidó de su billetera en el interior de la S10 y ahí ya es detenido por el suboficial Nelson Giménez y el suboficial mayor Aldo Brizuela, quienes estaban en la patrullera.
Los uniformados subieron al chofer en un automóvil Toyota, color rojo, conducido por un agente policial y acompañado de otro camarada. Llevaron del lugar al narcconductor de la S10, mientras los otros policías con la patrullera permanecieron en frente a la residencia para informar a sus superiores y la Fiscalía que la camioneta tras una persecución policial habían ingresado en el inmueble.
En tanto, el chofer fue liberado luego de que el patrón de apellido Torales, quien sería de Caaguazú, pagara 15.000 dólares de coima a los policías, según nuestro informante.
El propio comisario principal Galeano, jefe de la comisaría 4ª, habría autorizado el procedimiento delincuencial.
ALLANARON LA CASA
Horas después, la juez de garantías nº1, Teresita Cazal, ordenó el allanamiento de la residencia donde ingresó la camioneta que supuestamente escapó de un control policial.
El asistente fiscal, Sabino Bareiro, a cargo del fiscal antidrogas, Manuel Rojas Rodríguez, encabezó el allanamiento.
En el predio de la residencia ubicaron la camioneta Chevrolet S10, blanco, chapa OCA 227. En la carrocería y cabina del rodado encontraron 15 bolsas de arpilleras con 57 panes de marihuana que totalizó 939 kilos. Mientras en la casa hallaron 24 paquetes de marihuana que totalizó 260 kilogramos de la hierba prohibida. Ninguna persona fue ubicada en la propiedad allanada.
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