Policiales

Nuevo procedimiento criminal de agentes de la comisaría 7ª: secuestraron, plantaron droga y extorsionaron a dos jóvenes

Un nuevo escándalo de corrupción sacude a los agentes de la comisaría 7ª del barrio San José de Ciudad del Este, considerado antro de “polibandis” en el decimo departamento. Esta vez, cuatro policías secuestraron el domingo último de madrugada a Gabriel Ramón Prieto Medina y su amigo Víctor David Meza, ambos mayores de edad, y le plantaron como evidencia supuesta cocaína.

Las víctimas tuvieron que solicitar auxilio a los familiares para que pudieran reunir 7 millones de guaraníes, dinero exigido por los uniformados a cambio de dejarlos en libertad. Finalmente, un usurero, recomendado por los propios “polibandis”, llegó a la sede policial con G. 5.000.000 y empeñó el automóvil de una de las víctimas, quienes luego fueron puestos en libertad.

El usurero llevó consigo el automóvil y en el transcurso de ayer debía ir junto al propietario a una escribanía para realizar la transferencia del automotor hasta que pague la deuda.

Sin embargo, Prieto Medina y Meza recurrieron a un abogado y por escrito ayer a la mañana presentaron denuncia ante el Ministerio Público de Ciudad del Este.

La fiscal Zunilda Ocampos, de la unidad penal nº 9, realizó las primeras diligencias investigativas, y entre ellas comisionó a la asistente fiscal Romina Benítez a la sede de la comisaría 7ª, donde identificó a los cuatro policías que ejecutaron el procedimiento extorsivo, al oficial de guardia y al subjefe que estaba a cargo de la sede policial.      

Los policías involucrados son: Francisco Prieto Montiel, Alcides Villalba González, Antonio Ávalos y Pedro Javier López.

Se encontraba como jefe de guardia, Carlos Ovelar Godoy. El subjefe de la citada comisaría, oficial inspector Nicodemo Méndez, estaba cargo del plante policial de guardia.

En tanto, el jefe de comisaría, comisario principal Ever Robles, estaba de franco. Él dijo que no estaba enterado del procedimiento criminal que realizaron los subalternos. 

ABANDONARON EL VEHÍCULO

A las 14:00 horas de ayer, un tal Fernando Ortigoza, que sería el usurero, abandonó el vehículo Toyota Allion, plata, placa CEV141, perteneciente a Gabriel Ramón Prieto Medina.

El vehículo fue dejado frente a un lavadero que alquila Prieto Medina junto a su padre, en el barrio 23 de Octubre de Ciudad del Este.

El rodado sin las respectivas chapas fue abandonado a un costado de la calle y los empleados del lavadero lo empujaron y metieron en el predio. Hasta allí intervinieron la fiscal Ocampos y agentes de Criminalística de la Policía Nacional.

AUN NO FUERON DETENIDOS

La fiscal Zunilda Ocampos, al menos hasta ayer, no imputó y ordenó la detención de los policías involucrados.

La investigadora dijo que las víctimas ya reconocieron a dos de los policías y que solicitará el reconocimiento de los mismos agentes como anticipo jurisdiccional de pruebas.

DENUNCIA

Gabriel Ramón Prieto Medina y  Víctor David Meza denunciaron a los policías por los hechos punibles de privación ilegítima, coacción, extorsión y lesión en el ejercicio de la función pública.

Según la denuncia, los hechos se registraron en la madrugada del domingo 18 de julio. Prieto Medina estaba en compañía de Víctor David Meza cuando fueron interceptados por cuatro agentes de la comisaría  7ª, quienes a punta de arma de fuego los  trasladaron hasta la sede policial. En todo momento, los uniformados actuaron de manera violenta, refiere la denuncia.

“Los mismos nos exigieron al suma de siete millones de guaraníes bajo la amenaza de que nos plantarían drogas sino accedíamos a dicho pedido, pero como no teníamos forma de pedir el dinero fui despojado de mi vehículo de la marca Toyota, modelo Allion, color plata”, indicó la víctima en su denuncia.

Los agentes liberaron a Prieto y a su acompañante, luego de que los propios policías facilitaron a la novia del primero de los nombrados el número de celular de un usurero.

La mujer se contactó vía celular con el prestamista que le prometió llegar en minutos en la comisaría.

El usurero entregó cinco millones a la mujer y éste a su vez entregó a los policías, que finalmente liberaron a los dos detenidos.

Últimas

Inicio