Editorial

El juicio selectivo

Algo repetido con el rigor del espectáculo propiciado por medios de comunicación con línea editorial bien sesgada, tiene que ver con las  denuncias sobre persecuciones, a intendentes de municipios o gobernaciones bajo mando de la oposición al Partido Colorado, con connotaciones diversas, y con mucho de propósito político electoral.

Una irregularidad es tal, independientemente a afiliaciones. Pero no deja de ser cierto que toda la maquinaria fiscal, siempre es diligente cuando se trata de no “amigos”, mientras que por demás lento para afines.

Tampoco los de la oposición por el simples hecho de no ser colorado son “blancas palomas”, solo se mide la disparidad de las varas, para Contraloría, Fiscalía y el Poder Judicial.

Es tan así que criminales que saquearon dinero del pueblo, hoy son senadores y hasta altas autoridades partidarias. Solo los poco precavidos van a la cárcel, y constituyen el mínimo porcentaje.

Hay una selectividad manifiesta a la hora de atacar lo irregular y poner palo a la rueda de gestiones de no alineados a intereses del poder, o de quienes están detrás del poder. Explícitamente se presta mayor atención en administraciones que no rinden pleitesía a “patrones”  y con altísima probabilidad de seguir creciendo políticamente.

Son demasiadas coincidencias, como para justificar nada más labores ordinarias de investigadores, o mejor inquisidores.

Si las acciones de los órganos competentes fueran similares, nadie podría poner en tela de juicio objetividades.

Es raro, por utilizar un término, que todo el peso de la ley sepulte a quienes no tienen la misma afiliación o padrinazgo de clanes poderosos, mientras que “gangsters”, sigan manejando como su boliche comunas, burlando normas, y de todos quienes se animen a hacer denuncias formales.

Algo no funciona de manera correcta y lo más probable sea algo subjetivo, encaminado a zozobrar lo que por voluntad popular sería improbable.

Se vienen las elecciones generales , quizás esto también motive buena visión de contralores.

Las burocracias tienen un fin correcto, pero utilizarla para frenar acciones, es juego sucio de mediocres que comprenden que por propia capacidad, no llegarán ni a titular de comisión pro-empedrado.

El hartazgo hacia la misma clase política, los mismos personajes, y la misma inoperancia, no se dan de la nada. Las opciones hacia fuera de lo tradicional, es el llamado de atención a las organizaciones políticas que no cambiaron jamás su forma de acción en el servicio público.

Estar a la pesca de caídas,rogar y hasta ayudar para ello, a fin de intentar posicionarse, si bien es legal, expresa realidades personales y partidarias.

La transparencia y el correcto uso del dinero público, es obligación de oficialistas y opositores, y no debería mediar distinciones para los ojos de la ley y la acción de la justicia. La selectividad judicial es una realidad presente y que causa impunidad para la mafia política y severidad para ladronzuelos del ámbito.

El robo es robo, y debe tener sanción, pero solo crucificar al ladrón de gallinas, no es justicia.     

Las elecciones municipales pasadas, dieron un mensaje claro de la ciudadanía regional al tradicionalismo mediocre, por lo que desoir la sentencia del pueblo, anticipa estrepitosas caídas en comicios venideros y de relevancia nacional, dando cabida a quienes al menos dicen ser diferentes. Ser selectivo debería ser fuera del contexto legal y contralor.

Medir a todos con la misma vara, hubiera ahorrado al país, no solo miles de millones de dólares que fueron a bolsillos de sinverguenzas, sino el caos que se mantiene en la función pública.

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