Judiciales

Empresario uruguayo con millonarias coimas consigue separar a un niño de 10 años de su núcleo familiar

Un potentado empresario uruguayo que maneja a su antojo la justicia mediante el pago de millonarias coimas, una vez más se hizo de las suyas con una resolución descabellada firmada por  un juez penal, recientemente nombrado por la Corte Suprema de Justicia.

Se trata del juez de garantías, Nelson Ojeda Quintana, quien separó a un niño de 10 años de su hermana de 4 años y su madre, al otorgarle régimen de convivencia a su padre, el empresario Eduardo de Souza Cuenca.

El juez penal tomó intervención tras una cadena de recusaciones e inhibiciones de los jueces de la Niñez y Adolescencia.

El magistrado a través del auto interlocutorio nº 477 del 27 de mayo de 2020, dio lugar a la medida cautelar de régimen de convivencia provisoria del niño de 10 años a su padre Eduardo de Souza Cuenca.

En la misma resolución denegó el pedido con relación a la niña de 4 años que se encuentra viviendo con la madre.

El magistrado con la absurda resolución arrebata al niño de su madre y termina con el relacionamiento de hermanos. Además, pasa por alto el interés superior del niño que garantiza que el menor debe estar con el núcleo familiar, en este caso la madre y su hermanita.

El magistrado Ojeda Quintana, quien en el gobierno de Fernando Lugo estuvo como encargado de la Secretaría de la Niñez en Ciudad del Este, cambia su conocimiento en la materia a cambio de una millonaria coima, según nuestra fuente.

Además, durante la sustanciación del juicio, los propios niños manifestaron al magistrado de la violencia que sufrían en manos del padre. Igualmente, manifestaron que la madre padecía de constantes maltratos psicológicos en poder del empresario.

TUVO QUE SALIR DE LA CASA

Como si fuera poco, la madre de los niños había abandonado su propia residencia, es decir de su propiedad, a raíz de la violencia que sufría en manos del empresario uruguayo.

La madre de los menores tuvo un revés inesperado en el Juzgado de Paz, donde acudió a denunciar la violencia que sufría de parte de su pareja.

La juez de paz antes de dictar una medida de urgencia y proteger a la más vulnerable, a la mujer, dispuso la prohibición de acercamiento de 200 metros a Eduardo de Souza Cuenca, pero se “olvidó” de disponer la exclusión del hogar del agresor. Ante tamaña barbarie, la mujer tuvo que abandonar la casa junto a sus hijos menores y así proteger su vida y la de los menores.

Pero como si fuera poco,  Eduardo de Souza Cuenca siguió persiguiendo y amedrentando a la mujer.

Tal es así, que la víctima denunció al hombre por desacató de la resolución del Juzgado de Paz que dispuso la prohibición de acercamiento.

Igualmente la víctima había radicado una denuncia penal por violencia familiar contra Eduardo de Souza Cuenca, pero la fiscal del caso, Natalia Montanía, hasta la fecha no procesó al hombre.

El empresario con millonarias coimas hace lo que se le antoja con los operadores de justicia, según la denuncia.

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